Aquellos Maravillosos Sofás. Parte II.
Si en nuestra anterior entrada hablábamos de los inicios de Famaliving y sus primeros modelos, en este post vamos hablar de la evolución que tuvo nuestra empresa en la siguiente década.
Si España sufrió una explosión creativa en los años 80 Fama Sofás no iba ser menos, fue a finales de los setenta, donde empezó a fraguarse el germen de este cambio. Todo ello debido a la entrada en la empresa de su diseñador actual, Félix López Gil.
Una de las mayores aportaciones de Félix en estos años fueron los sofás desenfundables, esto supuso una revolución ya que no existía nada igual en el mercado. Se trataba de fundas que cubrían por completo el sofá. En un breve periodo de tiempo se pasó de hacer modelos como el Bombay o el Victoria, a sofás desenfundables como el Gilda y el Marylin, sin lugar a dudas los más exitosos de aquella época.
Esta nueva gama de sofás se caracterizaba por sus nuevas formas, sin la rigidez de antaño contando con nuevos elementos, sofás de 3 y 2 plazas, sillones, módulos, rincones y puffs. Dando un aire completamente nuevo y una infinidad de composiciones.
Un claro ejemplo de ello fue el Max, un modelo que tras dos años sin funcionar en el mercado, empezó a venderse como rosquillas llegando a los salones de miles y miles de españoles.
Otros de los puntos de inflexión en este periodo, fue la introducción de los sillones. No fue fácil ya que mucha gente pensaba que la venta de un sillón por sí solo, sin ir a juego con un sofá, iba a ser prácticamente imposible. Pues bien en 1992 se crearon los dos primeros sillones, el Tomy y el Hilton.
El resultado, un éxito por partida doble. Veintitrés años después el Tomy sigue siendo un número uno en nuestro catálogo sin mencionar que ha sido copiado po numerosos fabricantes de sofás.
Sin lugar a dudas este periodo fue clave en la evolución y cambio de estilo de Fama Sofás, que terminaría de consolidarse en la siguiente década. Pero eso ya lo veremos en nuestro siguiente post.
¿Y tú? ¿Tuvise algún sofá desenfundable?
Si España sufrió una explosión creativa en los años 80 Fama Sofás no iba ser menos, fue a finales de los setenta, donde empezó a fraguarse el germen de este cambio. Todo ello debido a la entrada en la empresa de su diseñador actual, Félix López Gil.
Una de las mayores aportaciones de Félix en estos años fueron los sofás desenfundables, esto supuso una revolución ya que no existía nada igual en el mercado. Se trataba de fundas que cubrían por completo el sofá. En un breve periodo de tiempo se pasó de hacer modelos como el Bombay o el Victoria, a sofás desenfundables como el Gilda y el Marylin, sin lugar a dudas los más exitosos de aquella época.
Esta nueva gama de sofás se caracterizaba por sus nuevas formas, sin la rigidez de antaño contando con nuevos elementos, sofás de 3 y 2 plazas, sillones, módulos, rincones y puffs. Dando un aire completamente nuevo y una infinidad de composiciones.
Un claro ejemplo de ello fue el Max, un modelo que tras dos años sin funcionar en el mercado, empezó a venderse como rosquillas llegando a los salones de miles y miles de españoles.
Otros de los puntos de inflexión en este periodo, fue la introducción de los sillones. No fue fácil ya que mucha gente pensaba que la venta de un sillón por sí solo, sin ir a juego con un sofá, iba a ser prácticamente imposible. Pues bien en 1992 se crearon los dos primeros sillones, el Tomy y el Hilton.
El resultado, un éxito por partida doble. Veintitrés años después el Tomy sigue siendo un número uno en nuestro catálogo sin mencionar que ha sido copiado po numerosos fabricantes de sofás.
Sin lugar a dudas este periodo fue clave en la evolución y cambio de estilo de Fama Sofás, que terminaría de consolidarse en la siguiente década. Pero eso ya lo veremos en nuestro siguiente post.
¿Y tú? ¿Tuvise algún sofá desenfundable?
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